martes, 25 de febrero de 2014

Fin del relato K?


Algunos se acordaran cuando Cristina decidio pesificar sus "ahorros" en dolares, a $4.... y decian en ese momento el que apuesta al dolar pierde....
bueno, la presidenta perdio... algo asi como: 11 millones de pesos,

http://www.iprofesional.com/notas/180589-Por-pesificar-sus-ahorros-en-dlares-Cristina-Kirchner-perdi-casi-11-millones

parece ser que no es muy habil con los numeros....

pero bueno por suerte tenemos a Axel en el ministerio de economia, que gracias a su plan de precios cuidados, nos esta cuidando a todos y todas.



Volviendo...

Despues de algun tiempo, retomamos el blog, y tenemos mucho para comentar de la situacion por la que atravieza Argentina.


viernes, 1 de junio de 2012


Viernes 01 de junio de 2012 | 04:02

Cacerolazo en contra del Gobierno en la Capital

Los vecinos de los barrios de Belgrano, Palermo y Barrio Norte convocaron a una protesta para repudiar la corrupción, la inseguridad y el cepo al dólar; 


Santafe y callao http://twitpic.com/9rgjhv








Ola pesificadora: banqueros temen un sinsentido que no se atreven a descartar

01-06-12 00:00


  
Laura García. Editora de Finanzas. lgarcia@cronista.com
“Yo creí que no podía pasar lo de las AFJP y pasó. Creí que no podía pasar lo de YPF y pasó. Me equivoqué muchas veces. Si se emperran en no devaluar, en convivir con una brecha del 40% y una inflación del 25%, se van a llevar puestos todos los dólares”, comentaba ayer un banquero de primera línea con décadas de mercado sobre los hombros. Así están las cosas en esta Argentina del cepo verde, tomada por los rumores y resignada a no descartar nada. Ni siquiera lo impensable.
Los propios banqueros, exasperados por el menú de desmanejos oficiales, admiten en buena medida su propia desorientación. “Hoy no estamos participando en nada, no nos consultan”, se atajan desde el arranque. Aunque se resisten a aceptar en principio la posibilidad de un avance sobre los depósitos en dólares, la ola pesificadora y la vocación del Gobierno de ir siempre por más no les permite tampoco el lujo de desestimarlo por completo.
“Una pesificación no tiene ningún sentido desde un punto de vista macroeconómico. Pero no entienden el mercado. Creen que pueden gobernar desde un escritorio. Y se están ahogando en una pelopincho. Es increíble que estemos en esta situación cuando hay tantos recursos”, se lamentaba otro hombre del sistema financiero. “Existe una confusión ideológica gigantesca”, se descargaba.
Las restricciones cambiarias dispuestas a fines del año pasado y reforzadas hace unos veinte días precipitaron un nuevo goteo de depósitos en dólares en los bancos, que ya vieron un drenaje de u$s 1.000 millones. La ansiedad por recuperar los billetes verdes que ya no se pueden adquirir en el mercado se ve potenciada por la posibilidad de que el Gobierno decante por una pesificación de esas colocaciones en moneda dura, una alternativa a la que Cristina en principio se resistiría pero que está en discusión en el ámbito oficial. 
“No estamos en una crisis. Mucho menos en una crisis terminal como la del 2001 con muertos en la calle. No tendría sentido tomar una medida así ahora”, insistía anoche el responsable financiero de un banco de primera línea. “Se van a ir u$s 1.000 millones o u$s 1.500 millones más en junio pero no es un problema para el sistema”, aclaraba. Si bien la salida de dólares de los bancos todavía está lejos del escenario vivido a fines del año pasado, cuando el sistema perdió 25% de su fondeo en moneda dura, el goteo no cede. “Esta salida no es una Puerta 12 pero sí es persistente”, aclaran. Por ahora, los dólares que se van son dólares que no están prestados, es decir, dólares ociosos. Pero el colchón empezará a agotarse eventualmente.
“Es evidente que instruyeron a funcionarios de primer nivel a salir a hablar del dólar pero nadie les explicó desde un punto de vista técnico lo que significaba. Esto está alimentado por funcionarios ineptos. Si pesifican los depósitos en dólares romperían con la seguridad jurídica. Sería ir a la destrucción del sistema en 180 días. No llega ella a los 180 días. Creo que hasta sería más fácil nacionalizar bancos extranjeros”, lanzaba irritado otro banquero.
“No tenemos contacto con el gobierno más allá del que ha habido a nivel público”, se sinceraba el presidente de otro banco. “Hay un serio error de diagnóstico. Creen que el dólar es un problema acotado a una parte chica de la población. Un mal de la clase media. Pero en la Argentina todo el que tiene capacidad de ahorrar piensa en el dólar como reserva de valor. Por eso están subestimando el costo político de profundizar las medidas. Pero se equivocan”, explicaba anoche.
“Con los depósitos en dólares no pueden no hacer nada. Pero venimos de una historia complicada de pesificación y necesitan buscar algo que suene distinto”, arriesgaba ayer el dueño de una entidad financiera. Su escenario fue el más escatológico de todos: “Si hay una corrida contra pesos la cortan en un segundo. Disponen que no se pueda retirar más de 1.000 pesos por ventanilla y listo. Y de última imprimen. No creo que hagan nada con el Boden 2012, aunque todo puede ser. Pero sería cerrar la puerta y prender fuego adentro. Sí me parece que la pesificación de las escrituras está a la vuelta de la esquina. Y lo mismo para la regulación de la tasa del sistema financiero. Ya fijaron un tope al interés que pueden cobrar las cooperativas y las mutuales así que sería un trámite”, pronosticaba.
“Tenemos call con los accionistas todos los días. Les pedimos por favor que no lean los diarios por Internet”, decían ayer en otro banco. “El problema de fondo es que están confundidos y convencidos. Y tienen muchísimo poder”, resumía un viejo banquero con ánimo lúgubre. Confundidos y convencidos...
En la Argentina talibán que no concibe la marcha atrás, los ahorristas vuelven a tener miedo. Y los banqueros, que en los últimos años cosecharon grandes ganancias con el boom del consumo, hoy ven cómo la confianza, ese activo tan frágil y tan volátil, vuelve a resquebrajarse. Y están a ciegas.



LA PRESIDENTA TAMBIÉN LE RECORDÓ AL CAMPO QUE LA AVARICIA “ES UN PECADO CAPITAL”

Aníbal aseguró que no venderá sus dólares y Cristina lo retó

01-06-12 00:00 El senador oficialista aseguró que no es “idiota” y no venderá sus dólares a $ 4,49 cuando en el mercado negro está a $ 6. La Presidenta le preguntó si tomó “vivarachol”


  

La histeria por el dólar generó un contrapunto entre la presidenta y Aníbal
La histeria por el dólar generó un contrapunto entre la presidenta y Aníbal
La histeria por el dólar generó un contrapunto entre la presidenta y Aníbal
EL CRONISTA Buenos Aires

La histeria por el dólar, que desde hace meses inunda a la city, afecta al día a día de las empresas y el ánimo de los pequeños ahorristas, se instaló ayer de lleno en el seno del poder. Fue cuando el senador Aníbal Fernández, ex jefe de Gabinete de Cristina Fernández y ministro del ex presidente Néstor Kirchner, reconoció en duros términos ante la prensa que ahorra en dólares. Y justificó esa decisión en que con su plata hace lo que se le “antoja”.
Fernández fue aún más lejos en sus argumentos. Sostuvo que no tiene previsto desprenderse de sus billetes verdes –algo que pregona una legión de funcionarios oficialistas en el marco de la denominada “lucha cultural” por la pesificación– porque no es “idiota”.
Fernández advirtió que sólo los venderá cuando no “pierda” plata. En sus términos: “Yo los compré legalmente, no me pidan que haga cosas de idiota. Ah, tengo u$s 24.000, entonces tengo que cambiarlos a $ 4,49 cuando en el mercado negro está en $ 6”, sostuvo. Y agregó: “Tampoco soy un tarado que tengo que ir a venderlos golpeándome el pecho en un falso patrioterismo y perdiendo guita. Déjelos ahí tranquilos que están bien cuidados”, aseguró en declaraciones a radio Continental y La Red. Y hasta sugirió a los ahorristas que si están en condiciones de hacerse de dólares de forma legal, lo hagan. “Si puede cómprelo, vuelvo a insistir, si puede cómprelo”, recalcó.
A pesar de sus dichos, Fernández sostuvo que no cree en el “atesoramiento” en dólares. Y dio números: “Si uno pudiera tomar u$s 100 del año 2003, que serían $ 336, y los colocara en aquel momento en plazo fijo en pesos, hoy tendría u$s 160; si lo hubiese colocado en plazo fijo en dólares, tendría 107 dólares; si lo hubiera colocado en bonos en dólares, tendría u$s 320; y si lo hubiese colocado en bonos en pesos, tendría $ 766”, ejemplificó.

“Vivarachol”

Las palabras de su propio ex jefe de Gabinete y actual titular de la Comisión de Presupuesto del Senado sorprendieron a la Presidenta, que no perdió tiempo para responderle. “¡Qué gracioso que estás, Aníbal Fernández!, o ¿qué tomaste?, ¿vivarachol hoy a la mañana?”, se preguntó con ironía y entre risas, la primera mandataria de cara al propio legislador, durante un acto de entrega de viviendas que ambos compartieron en la Casa Rosada.
De manera elíptica, Cristina también cargó contra los productores agrarios que retienen granos para beneficiarse con la cotización del dólar. Sostuvo que la avaricia “es un pecado capital” y les recomendó a los argentinos con alto poder económico que “olviden por un momento la especulación y piensen en el país”.
La jefa de Estado remarcó que “hay algunos argentinos que, sin darse cuenta, muchas veces adoptan comportamientos y conductas que van contra sus propios intereses y cuando se dan cuenta, ya es demasiado tarde”, les advirtió



SE TRATA DE UN PROYECTO BAJO ESTUDIO EN LA ÓRBITA DEL VICEMINISTRO AXEL KICILLOF, QUE SE LO PRESENTÓ A CRISTINA

El Gobierno estudia alternativaspara pesificar por ley la economía

01-06-12 00:00 El plan está en una etapa preliminar, para después del pago del Boden 2012. Se podrían volver a indexar los contratos. No tocarán los depósitos en dólares


  

El viceministro Axel Kicillof propone impulsar la pesificación por ley
Cristina Fernández ordenó pagar el Boden 2012 en agosto
El viceministro Axel Kicillof propone impulsar la pesificación por ley
Cristina Fernández ordenó pagar el Boden 2012 en agosto
investigación especial Redacción de El Cronista

En los despachos oficiales circula un plan para avanzar en la pesificación de la economía argentina, con una idea que es impulsada por el viceministro de Economía, Axel Kicillof, pero resistida por otros sectores del Gobierno. La iniciativa pasa por un proyecto de ley que, si finalmente supera todos los filtros oficiales, sería enviado el Congreso Nacional, donde el oficialismo tiene mayoría.
Pese al impulso que Kicillof le intenta dar al plan, varios funcionarios de peso en el Gobierno se niegan a convalidarlo. El proyecto llegó a manos de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, que aún no lo evaluó. De todas formas, avisó que no se hará ningún cambio antes del 3 de agosto, cuando el Gobierno tiene que pagar (y lo hará) u$s 2.300 millones del último tramo del Boden 2012. Para Cristina este vencimiento tiene un alta simbología, porque el Boden 2012 es el título emblemático del “corralito”, que surgió tras la crisis de 2001-2002.
El plan que el Gobierno tiene bajo estudio implica seguir una metodología similar a la que se utilizó con YPF: redactar un decreto armado, y luego girar el proyecto cerrado al Congreso. El proyecto incluye la pesificación de todos los contratos comerciales y financieros, y abolir los últimos artículos que subsisten de la ley de convertibilidad (en particular el que prohíbe la indexación).
Esta semana varios funcionarios se manifestaron públicamente a favor de una pesificación de facto de la economía. Entre ellos, además de la Presidenta, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el senador nacional Aníbal Fernández; el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y los diputados Carlos Kunkel y Roberto Felletti.
Una fuente con trato con el Gobierno señaló: “En el fondo, si envían un proyecto de ley lo único que cambiaría sería formalizar lo que ya están anticipando oralmente”. Pero tres altas fuentes del gobierno nacional consultadas por El Cronista, negaron la posibilidad de que se avance en el corto plazo con este plan. Otros afirmaron que está a una etapa de evaluación y la Presidenta aún no estudió a fondo el tema.
Los principales lineamentos del proyecto –cuyo diseño legal está a cargo de la secretaría Legal y Técnica de la Nación– son:
n Transacciones: Se prohiben realizar transacciones comerciales y financieras de cualquier tipo en dólares u otra moneda distinta al peso. Para ello habría que derogar los pocos artículos de la ley de convertibilidad aún vigentes y finalizar con la aplicación de la Ley de Emergencia Económica.
n Indexación: También se derogarían los artículos de la ley de convertibilidad que no permitan la actualización de los balances de las empresas ni la indexación de contratos en pesos. Esto último a fin de “tentar” al público a ahorrar en moneda nacional. De todas formas, no está claro aún si se autorizará la indexación por el IPC del Indec, que subestima la inflación verdadera, o por un índice nuevo. Los artículos 7 y 10 de la ley de convertibilidad mantienen derogadas desde abril de 1991 todas las normas legales y reglamentarias que establecen o autorizan la indexación por precios, o cualquiera otra indexación de deudas, impuestos, precios o tarifas de los bienes y servicios.
n Depósitos y créditos: Fuentes del Gobierno aclararon que no se tocarán los depósitos en dólares en los bancos. Hoy hay unos 11.500 millones en depósitos en moneda estadounidense en el sistema financiero.
n Deuda: En lo que se refiere a los vencimientos de deuda en dólares, las mismas fuentes aseguraron que el plan contempla la posibilidad de pagar los vencimientos de capitales e intereses al tipo de cambio oficial del día que corresponda. Pero que esto, de concretarse, sería optativo, según lo determine el acreedor. El vencimiento del 3 agosto del Boden 2012 sí será pagado en dólares, según la orden de la Presidente.
Fuentes del Banco Central consultadas por este diario omitieron hacer declaraciones sobre el plan oficial bajo estudio. Pero en el sector privado no descartan que pueda llegar a aplicarse. Aunque el trascendido desconcertó a más de un ejecutivo.

Lógica

“No entiendo la lógica ni la necesidad de avanzar por un camino como éste”, remarcó un economista de un banco privado, para quien las necesidades de dólares que tiene el Estado son totalmente manejables. “De la deuda que está en el mercado –no dentro del sector público– en 2013 tienen que pagar algo menos de u$s 2500 millones, sin contar el cupón PBI, y el año siguiente esas necesidades bajan casi a cero”, agregó.

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